Actualmente el tema del desempleo y las crisis económicas mundiales generan incertidumbre hacia el futuro, más aun si contemplamos que a nivel mundial la población desempleada se concentra principalmente en jovenes profesionistas, por lo que la gran incógnita sin responder es: ¿Qué pasara en los próximos años para jóvenes recién egresados, personas entre 30 y 50 años, jubilados y otros sectores de la población ante esta incertidumbre?
Una respuesta es decidirse a emprender para generar su propia fuente de ingresos, sin embargo cabe resaltar que en México la palabra emprender es muy sonada pero muy poco puesta en marcha, y como no ha de ser, si una de las principales problemáticas del país se desprende de la falta de educación financiera y empresarial, hay algunas instituciones, consultorías e incluso programas gubernamentales que dedican una parte de su objeto social a la capacitación, sin embargo, pareciera que en lugar de promover la constitución de nuevas empresas, dejan a la población con más dudas, miedos e inseguridades sobre si se animan a invertir el “poco” o “mucho” dinero que tengan ahorrado en un nuevo negocio.
Muchas de estas personas terminan un curso de capacitación con más desilusión que otra cosa y prefieren seguir buscando trabajo, formar parte de la informalidad e inclusive unirse a organizaciones ilícitas con tal de ganarse unos centavos para comer y dar de comer a su familia. Pero ¿En dónde radica el verdadero problema de que la capacitación no logre el objetivo? Esta debe ser la pregunta de gran interés, el objetivo debe ser capacitar, es decir facilitar al emprendedor de los conocimientos, habilidades y herramientas para motivarse (y no desmotivarse) a emprender, no lucrando con sus necesidades reales de generar su propia fuente de ingreso, y tal vez esto sea el verdadero problema de raíz que no entienden muchas consultorías e inclusive incubadoras del país, ver al emprendedor solo como el medio por el cual obtendrán una cifra de dinero, sino que deberían verlo como un ser humano que necesita del apoyo de los expertos o profesionales que tuvieron la oportunidad de terminar una carrera especializándose en alguna materia empresarial.
El otro error radica en que el emprendedor (y ya no digamos el empresario), considera que la capacitación es solo un gasto innecesario, y es que debido a estos métodos de enseñanza actuales es lógico pensar que cuando una persona se anima a emprender su negocio, piense que “ se las sabe de todas” y que no necesita a nadie que le venga a decir que debería hacer para mejorar, pero si las cosas realmente fueran así, entonces como explicar que ese emprendedor o empresario con negocio en marcha, no logra el crecimiento de sus ventas esperadas, gasta más y no tiene dinero en el bolsillo, pide prestado a los bancos o familiares y amigos, supuestamente porque hará una gran inversión, y termina endeudándose más porque no logra vender nada, y si le preguntas porqué, te responde diciendo: “Es que es por culpa del Gobierno, ya que el país está en crisis y obvio nadie tiene dinero, todo está carísimo, así son los políticos, etc. Etc.”.
La realidad es otra, el verdadero emprendedor con un poco de mayor visión y conocimientos adquiridos a través de la capacitación, determina oportunidades donde ningún otro las ve, arma estrategias para vender su idea y ejecuta las acciones necesarias para alcanzar su meta. La capacitación es la vía por la cual se desarrollan los mecanismos para aterrizar las grandes ideas en un documento llamado plan de negocios, que permite hacer las cosas bajo un esquema de planeación, organización, dirección y control de las cosas, solo hay que saber encontrar a las personas que realmente puedan capacitar eficazmente al emprendedor, y que mejor si es un grupo de personas emprendedoras que han vivido el camino del “viacrucis del emprendimiento”, como lo hemos vivido nosotros.
Esperamos que esta nota les haya funcionado para reflexionar un poco más sobre la necesidad de capacitarse previamente antes de tomar la decisión de emprender, dejen sus dudas o comentarios y visiten nuestro portal www.ipce.org.mx
Escrito por: Ing. Humberto Durán.
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