Hoy
día conocemos mucho sobre la gran facilidad que hay en nuestro país para hacer
negocios de manera informal, apoyando a este comercio y sin pagar impuestos,
cuando por otro lado, los locatarios y empresas bien establecidas si los tienen
y deben de pagar, aun cuando son los que generan empleo.
Por
otra parte, también es conocido cuando llegan grandes consorcios extranjeros a
instalarse en México y cuentan con muchos beneficios, por el contrario de las
Pymes, que son las deben sobrevivir “rascándose con sus propias uñas”. La
situación financiera de una Pyme no es muy sana y si se acercan a solicitar un
préstamo al Banco, se encuentran con la situación de que los bancos solo
prestan a quienes tienen dinero y prestigio, y por otra los grandes requisitos
que son difíciles de completar.
Este
panorama aparentemente refleja que la situación es completamente negra, pero
ante grandes adversidades existen grandes soluciones. Una de ellas precisamente
son las alianzas estratégicas.
Las
alianzas estratégicas son formatos de negocio que se establecen entre dos o más
empresas, haciendo una fuerte unión de negocios que puede ir desde un simple
esquema de promoción conjunta hasta la complicada fusión a nivel internacional
llamada Join Venture.
Las
principales razones para formar una alianza son:
1.
Salvar a la empresa de la quiebra.
2. Ampliar el mercado existente.
3. Incrementar el porcentaje de participación.
4. Complementar nuestro producto.
5. Ampliar servicios.
6. Expandirse a mercados extranjeros.
7. Reforzar capital de trabajo.
8. Incrementar la competitividad.
9. Reforzar los sistemas de la empresa en sus diversas áreas funcionales.
10. Captar nuevos mercados.
2. Ampliar el mercado existente.
3. Incrementar el porcentaje de participación.
4. Complementar nuestro producto.
5. Ampliar servicios.
6. Expandirse a mercados extranjeros.
7. Reforzar capital de trabajo.
8. Incrementar la competitividad.
9. Reforzar los sistemas de la empresa en sus diversas áreas funcionales.
10. Captar nuevos mercados.
Las
alianzas se pueden realizar en cualquier momento, lo importante es que sea una
alianza que realmente requieres y te conviene y que deberás cumplir con algunas
condiciones. Toda alianza debe partir de principios básicos de negociación:
a. Que sea un giro complementario o suplementario.
b. Que haya homologación de objetivos.
c. Clara especificación del trabajo.
d. Perfecta definición de responsabilidades.
e. Compatibilidad entre los directivos o dueños.
f. Especificación clara de participaciones y condiciones.
g. Planeación estratégica del negocio.
h. Establecer parámetro de control y medición.
i. Analisis de resultados.
j. Re-planeación o continuación de estrategias.
b. Que haya homologación de objetivos.
c. Clara especificación del trabajo.
d. Perfecta definición de responsabilidades.
e. Compatibilidad entre los directivos o dueños.
f. Especificación clara de participaciones y condiciones.
g. Planeación estratégica del negocio.
h. Establecer parámetro de control y medición.
i. Analisis de resultados.
j. Re-planeación o continuación de estrategias.
Es
fundamental recordar que toda negociación parte de un principio de equilibrio
en donde la balanza no se incline hacia ningún lado, de lo contrario la alianza
no funcionara. En el juego de ganar-ganar ninguno de los participantes debe
tener ventaja sobre el otro.
Si
aún no sabes si requieres o no una alianza estratégica, te recomiendo hacer un
profundo analisis de la situación de tu empresa o negocio, valorar los
resultados obtenidos en los últimos 2 o 3 años y si el resultado es crítico entonces
opta por formalizar una alianza.
Escrito por: Ing. H Duran
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